domingo, 22 de enero de 2012
Panel: Redescubrir qué significa educar
Sábado 4 de Febrero 2012 - 11:00 am
Intervienen: María Luisa Aspe, Profesora investigadora de la Universidad Iberoamericana y presidenta del IMDOSOC; Rossana Stanchi, Representante de la Fundación Asociación de Voluntarios para el Servicio Internacional (AVSI) en México; Federico Altbach, Rector de la Universidad Católica Lumen Gentium de la Ciudad de México
Donceles 66, Centro, Entrada Libre
Hoy en día, muchos estamos de acuerdo en que la educación es uno de los pilares para el avance de nuestro país. Por un lado, los esfuerzos gubernamentales por evaluar tanto a alumnos como a maestros han puesto a la calidad educativa como una de las preocupaciones más urgentes. El fenómeno de la violencia, en el que participan miles de jóvenes, también sugiere que vivimos una emergencia educativa.
Destinar mayores recursos al sector o hacer las reformas necesarias para mejorar el desempeño de alumnos y maestros es importante. Sin embargo, es necesario ir más allá y reconocer que una parte esencial del camino educativo es el adulto, aquel que educa: el maestro y los padres. Educar implica formar personas con mayores conocimientos, pero sobre todo, con mayor conciencia de sí mismos, con certezas que les permitan enfrentar las circunstancias de la vida y construir. El adulto para el joven es autoridad, es decir, una persona que es consciente de la realidad y, por ello, es capaz de introducir al joven en ella de manera positiva, valorando todos los factores y poniendo de relieve su sentido; una persona que encarna la propuesta que la tradición hace al joven, y que transmite sus razones dentro de una relación afectiva en la que ambos crecen en certeza. Un adulto que no es consciente de sí mismo ni de su tradición, se encuentra con las manos vacías, desvalido ante las preguntas, deseos e inquietudes del joven. Quizá pueda transmitirle ciertos conocimientos, pero no el sentido que unifica todo.
Por esto, creemos que vale la pena poner al centro del debate educativo la figura del adulto que educa, no sólo para evaluarlo y asegurar que tenga los conocimientos necesarios para impartir una materia, formar a sus hijos o dirigir un plantel, sino acompañarlo en su tarea educativa y ayudarlo a retomar conciencia de sí mismo y de su tradición. Nuestros invitados nos hablarán de su perspectiva sobre esta necesidad de educar a los adultos hoy y nos compartirán experiencias que de hecho ya están respondiendo a esta necesidad.
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